Descripción
Contraindicaciones:
Las TESTOSTERONAS deben evitarse en los siguientes casos:
- Embarazo: Existen informes de virilización del feto de sexo femenino tras el tratamiento materno con testosterona o metil testosterona durante el embarazo.
- Lactancia materna: debe evitarse el uso de testosteronas en madres lactantes, debido al efecto androgénico potencial sobre el lactante.
- Porfiria: Los andrógenos no se consideran seguros en pacientes con porfiria, aunque se dispone de pruebas experimentales contractorias de porfirinogenia.
Reacciones Adversas:
La testosterona y otros andrógenos pueden producir efectos secundarios relacionados con sus actividades androgénicas y anabolizantes: una mayor retención de nitrógeno, agua y sodio, edema, aumento de la vascularidad de la piel, hipercalcemia, trastornos en la tolerancia a la glucosa y aumento del crecimiento óseo y del peso del esqueleto. Otros efectos consisten en un aumento de los valores de colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad, disminución de los valores de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad, aumento del hematocrito y aumento de la actividad fibrinolítica. Los andrógenos pueden provocar cefalea, depresión y hemorragia gastrointestinal. Se ha indicado que los andrógenos pueden inducir apnea del sueño en pacientes predispuestos.
Se han descrito resultados anómalos de las pruebas de la función hepática y se han publicado informes de casos sobre hepatotoxicidad, como ictericia y hepatitis colestática. Estos efectos hepáticos adversos se han identificado de forma predominante con los derivados 17 a-alquilados.
En hombres, las dosis elevadas suprimen la espermatogenia y producen cambios degenerativos en los conductos seminíferos. El priapismo es un signo de dosis excesivas que se observa especialmente en hombres de edad avanzada. Se ha descrito ginecomastia. Los andrógenos pueden causar hiperplasia prostática y acelerarían el crecimiento de las neoplasias malignas de próstata.
En mujeres, la acción inhibidora de los andrógenos sobre la actividad ovárica y de la menstruación. Su utilización continua produce síntomas de virilización, no es reversible en todos los casos, incluso después de la interrupción del tratamiento.
Los niños experimentan signos de virilización: los chicos presentan un desarrollo sexual precoz con hipertrofia fálica y mayor frecuencia de erecciones, y las chicas, hipertrofia del clítoris. Algunos chicos pueden presentar ginecomastia.